El ave más bella del mundo: El Pato mandarín.
Por su pequeño tamaño, os iba a hacer una entrada empezando con una frase irónica sobre el cuento de "El patito feo". Pero bueno, la literatura no es lo mio. Lo que sí me agrada, es apreciar las cosas maravillosas que crea la naturaleza; y a diferencia del Marabú que es considerado el ave más "fea" del mundo, el Pato mandarín (Aix galericulata) es considerada el ave más "BELLA" del mundo.
Durante la temporada de reproducción, el macho del pato mandarín pierde su color pardo semejante a la hembra y luce colores fascinantes e infinidad de matices intermedios: El macho es un ave inconfundible: presenta un copete rojo con brillos metálicos de color verde sobre la frente y dos franjas laterales de color blanco o crema muy claro, en las que destacan los ojos oscuros y el pico de un tono rojo coral. Asemejándose a unas barbas, posee unas plumas de un color naranja cobrizo. El pecho y la garganta son de color morado; el vientre es blanco, y los laterales son de un tono crema con dos bandas azuladas, que dan paso a sendas franjas anaranjadas curvadas hacia arriba.
La belleza de estos patos fue al principio su maldición y luego su salvavidas.Durante cientos de años, esta ave fue considerada como ave que atraía la suerte y el amor. Y su presencia fue muy codiciada por cortesanos de Japón y China y por coleccionistas de todas partes del mundo. Actualmente, viven en libertad unos 65.000 ejemplares, varios más en zoológicos y parques de todo el mundo. Su belleza, sus colores, han sido pues la identidad y el argumento de su protección y su recuperación. Ahora, se encuentra sin peligro de extinguirse.
El pato mandarín no supera los 45 cm de longitud, es pequeño y robusto, pesa no más de 500 gr y se alimenta de algas y semillas. En invierno se agrupan en pequeños grupos y al acercarse la primavera la hembra elige al macho más vistoso y colorido para poder tener sus "patitos feos".
Durante la temporada de reproducción, el macho del pato mandarín pierde su color pardo semejante a la hembra y luce colores fascinantes e infinidad de matices intermedios: El macho es un ave inconfundible: presenta un copete rojo con brillos metálicos de color verde sobre la frente y dos franjas laterales de color blanco o crema muy claro, en las que destacan los ojos oscuros y el pico de un tono rojo coral. Asemejándose a unas barbas, posee unas plumas de un color naranja cobrizo. El pecho y la garganta son de color morado; el vientre es blanco, y los laterales son de un tono crema con dos bandas azuladas, que dan paso a sendas franjas anaranjadas curvadas hacia arriba.
La belleza de estos patos fue al principio su maldición y luego su salvavidas.Durante cientos de años, esta ave fue considerada como ave que atraía la suerte y el amor. Y su presencia fue muy codiciada por cortesanos de Japón y China y por coleccionistas de todas partes del mundo. Actualmente, viven en libertad unos 65.000 ejemplares, varios más en zoológicos y parques de todo el mundo. Su belleza, sus colores, han sido pues la identidad y el argumento de su protección y su recuperación. Ahora, se encuentra sin peligro de extinguirse.
El pato mandarín no supera los 45 cm de longitud, es pequeño y robusto, pesa no más de 500 gr y se alimenta de algas y semillas. En invierno se agrupan en pequeños grupos y al acercarse la primavera la hembra elige al macho más vistoso y colorido para poder tener sus "patitos feos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario